Antonio Correa Cotto

Antonio Correa Cotto

Nació en el año 1926 en  Ponce, Puerto Rico

Murió el 16 de mayo de 1952 en Ponce, Puerto Rico

Antonio Correa Cotto, también conocido simplemente como Correa Cotto, fue el primer fugitivo peligroso considerado  leyenda en Puerto Rico.  

Cometió dos asesinatos en Ponce y fue condenado a dos penas de cadena perpetua en la penitenciaría del estado. En el momento de su condena, Correa Cotto juró vengarse de los que testificaron en su contra y que él afirmaba eran responsables de su situación actual. El 28 de octubre de 1950, Correa Cotto instigó una revuelta en la prisión donde algunos de los guardias de la prisión murieron. Armándose con armas de fuego y municiones, fue capaz de escapar. Correa Cotto se dirigió a un sector de Ponce llamado "Villa Olga", donde asesinó a 10 personas.

Las autoridades organizaron lo que entonces era la cacería humana más grande en la historia de la isla. Colocaron una recompensa de 10.000 dólares EE.UU. en la cabeza, ya sea vivo o muerto, que era la primera vez en los anales del crimen de Puerto Rico. La policía detuvo a más de 70 amigos y familiares para ser interrogados. El 16 de mayo de 1952, la policía fue alertada de que Correa Cotto vivía en una granja en "Barrancas" en las afueras de la ciudad de Ponce. Cuando llegó la policía, pidieron que se entregara, pero él respondió disparando su arma. La policía prendió fuego a los campos de caña de azúcar que rodearon el escondite de Correa Cotto. Él salió disparando una pistola en una mano y la sostuvo un machete en la otra. Bajo las órdenes del capitán Luis M. Pérez, la policía abrió fuego contra Correa Cotto, causándole la muerte.

Tres películas se han hecho sobre la vida de Correa Cotto. La película Correa Cotto: Asi me Llaman (1968), producido por Antony Felton, muestra el impacto popular de que los crímenes de Correa Cotto tuvo en la sociedad de los años 1950 en Puerto Rico. En La Venganza de Correa Cotto (1969), producida y dirigida por Jerónimo Mitchel y Anthony Felton con la participación de Miguel Ángel Álvarez y Lucy Boscana, los productores tratan de mirar hacia el lado más humano e íntimo de Correa Cotto.